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MADRID: a las puertas de la campaña (oficial)

El próximo martes 4 de mayo los madrileños y madrileñas están llamados prematuramente a las urnas. Aunque en estos comicios aquello de la campaña permanente es más real que nunca, hasta este domingo 18 de abril no comenzó la campaña de manera oficial. La última palabra la tiene la ciudadanía en las urnas. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que ya podemos adelantar o sobre las que convendría poner el foco.

La participación. ¿A quién beneficia? ¿Pandemia o polarización?

Probablemente uno de los temas sobre los que más se ha hablado últimamente ha sido la participación electoral y la idea de que solo con una alta participación las fuerzas progresistas serían capaces de vencer a las conservadoras. Sin embargo, si analizamos la participación electoral en la Comunidad de Madrid, nos encontramos con que esto no es así, o que al menos no existe una correlación clara. Las fuerzas progresistas solo han superado a las conservadoras en la Comunidad en dos ocasiones en los últimos 30 años. En 1991, con un mínimo de participación (58,67%), y en las primeras elecciones de 2003 (69,27%), mientras que en el resto de ocasiones, la victoria ha ido para el Partido Popular (con Ciudadanos o con Ciudadanos y VOX), independientemente de que hubiera una participación alta o baja.

Fuente: elaboración propia

Surge, por tanto, otra idea que han estado trabajando en esta campaña grupos como “Vota  por Favor”, “Defiéndete 4M” o “Madrid Reloaded”: la participación desigual entre barrios ricos y pobres y la búsqueda del votante progresista en las elecciones generales de abril que no votó en las autonómicas.Sin embargo, más allá de a quién beneficiará el nivel de participación en estas elecciones, se pondrá de manifiesto qué pesa más en el electorado para decidir participar. Por un lado, y a pesar de que las elecciones sean en un martes, un alto nivel de polarización tiende a favorecer una alta participación electoral. Como ejemplo reciente tenemos las elecciones catalanas de 2017, donde, a pesar de caer en jueves, se vivió el mayor pico de participación electoral derivado de la polarización y fractura social que supuso el 1 de octubre. 

Por otro lado, la pandemia y el miedo al coronavirus han hecho que en todas las elecciones que se han realizado en este contexto, la participación haya bajado. Desde los 27 puntos menos en Cataluña, hasta los 5 puntos menos en Galicia o 9 en el caso de Euskadi. Las pocas encuestas que han dado datos de participación varían entre ellas, pero la forma de haber convivido con el virus en Madrid y el alto grado de polarización hacen pensar que la participación aumentará respecto a 2019.

 

¿Es Ayuso la Margaret Thatcher española?

Si bien esta comparación puede resultar curiosa para el gran público, no son pocas las comparaciones que se han hecho en este sentido desde el Partido Popular y sobre todo entre sus juventudes (NNGG). Y hasta cierto punto, esta comparación no es tan desacertada como pueda parecer. Isabel Díaz Ayuso (más bien su Jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez) se ha construido una imagen de líder fuerte, una suerte de dama de hierro madrileña. En general, se conoce a Margaret Thatcher por su etapa en el gobierno. Sin embargo, durante el tiempo en el que fue líder de la oposición (1975-1979), hizo acoso y derribo del gobierno laborista del momento, acusándolo de ser incompetente y estar repleto de extremistas socialistas. De igual manera, la estrategia de Ayuso está siendo la de acusar de incompetentes (gestión de la pandemia y las vacunas), liberticidas (cierre de la hostelería) y comunistas, al actual gobierno de España. Las principales promesas de Ayuso en tiempos de pandemia están siendo muy similares a las que realizaba Thatcher: bajadas de impuestos, menor administración (o lo que es lo mismo, más privatizaciones) y mayor “libertad” para los negocios.

Otra de las similitudes con Margaret Thatcher, que habrá que ver si se cumple o no, es la del liderazgo del partido. Thatcher fue ministra bajo el gobierno conservador de Edward Heath, y en el momento en el que este perdió las elecciones, se presentó y posteriormente ganó las primarias aliándose con la parte más derechista del partido. De igual manera, la proyección nacional de Ayuso y la confrontación continua con Pedro Sánchez, pueden hacerla una importante rival interna contra Casado, tal y como comentaba en el siguiente articulo David Oliden (click).

Por último, cabe resaltar que uno de los principales logros que se atribuyó Margaret Thatcher fue el de conseguir que el Partido Laborista cambiase para ganar, aceptando la mayoría de las ideas y propuestas a partir del liderazgo de Tony Blair y su “New Labour”. De igual manera parece que Ayuso ha conseguido que Gabilondo acepte muchas de sus políticas, como la no subida de impuestos (a pesar de ir en contra de lo expresado por la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero), avalar la gestión de la pandemia de Ayuso (en relación con las restricciones y a la hostelería), o hablar de llegar a un acuerdo con el PP de Madrid.

 

La derecha: PP, Ciudadanos y Vox

De cara a las elecciones del 4M, todo indica que el PP tiene las de ganar. La única duda es si finalmente logrará sumar o no, ya que la mayoría de las encuestas dan prácticamente un empate, aunque con ventaja para los partidos conservadores.

El PP de Madrid ha centrado la campaña en una suerte de plebiscito sobre la figura de Isabel Díaz Ayuso, logrando de esta manera atraer a la mayoría de los votantes de Ciudadanos (entre el 48,5% y el 53,1% según el CIS) y de VOX (entre el 37,2% y el 44,3%) mediante una suerte de estrategia trumpista. En el caso del partido ultraderechista, resulta especialmente llamativo ya que en estos momentos se sitúa al alza en todas las CCAA excepto Galicia, donde no lograron representación.

Fuente: elaboración propia

Salvo sorpresa, Ciudadanos no logrará entrar en la cámara autonómica. Tras la debacle en las elecciones generales de noviembre y los posteriores resultados en Cataluña, todo indicaba que los naranjas iban a bajar en cada elección a la que se presentaran. La razón es muy simple: han pasado de ser un partido con un 15% de voto a uno con menos del 7%. Sin embargo, Madrid siempre ha sido una plaza fuerte de Ciudadanos, donde en las elecciones generales han sacado sistemáticamente un 30% más que en el conjunto de España.

VOX debería de entrar sobradamente en la cámara autonómica. No obstante, la mayoría de sus votantes valoran mejor a Ayuso (7,9) que a Monasterio (7,4). Además, el PP de Madrid está comprando la mayoría de su discurso, lo que podría ponerles en serios problemas durante la campaña de cara a diferenciarse frente a una candidata y partido más fuertes.

 

Mónica García ¿el iceberg de la izquierda?

Una de las características principales de un iceberg, más allá de que pueda hundir el Titanic, es la de que se ve la parte que emerge a la superficie, pero no lo que hay por debajo del agua. En este sentido, la candidatura de Más Madrid que encabeza Mónica García podría tener bastantes similitudes, ya que, si bien obtiene una buena puntuación en las encuestas, podría esconder aún más dentro del electorado progresista.

Una de las cosas sobre la que más se ha hablado es la del índice de conocimiento y valoración de las candidatas y candidatos. En este sentido, Mónica García sería, según el CIS de marzo, la candidata menos conocida (solo la conoce el 57,7%). Pero este dato oculta otro hecho, y es que ese desconocimiento es distinto en la izquierda (70%) que en la derecha (53%). Además, una vez tenido en cuenta este hecho, si miramos la valoración que hacen los votantes de los distintos partidos de cada candidato, nos encontramos con que el liderazgo como oposición real que ha llevado a cabo Mónica García al gobierno de Ayuso la sitúa en muy buena posición. En este sentido, tiene una mejor valoración global y menor rechazo que Pablo Iglesias entre el electorado de UP y apenas la suspende un 14% del electorado socialista que la conoce (casi un 60% rechaza a Iglesias y un 8% a Gabilondo).

Fuente: elaboración propia

El dato más interesante que nos ha dejado este CIS es una pregunta que hacia tiempo que no se hacía: ¿Si no pudiera votar por el partido que ha mencionado, cual sería su segunda opción de voto? Más Madrid con Mónica García se sitúa como la mejor opción de cara a su principal competencia partidista (PSOE y UP). Es la principal opción de trasvase de voto ya decidido entre el electorado del PSOE (9,8% en IDV, 12,1% en IDV+Simpatia) y UP (25,8% y 32,6% respectivamente), y también segunda opción de voto (44,8% del PSOE y 43,9% de UP).

Fuente: elaboración propia

En este sentido, parece difícil poder lograr mucho más voto de UP del que ya se ha mencionado, ya que el liderazgo carismático de Pablo Iglesias entre su electorado surtirá efecto. En el caso del electorado socialista es distinto. Por un lado, Ángel Gabilondo ha estado bastante desaparecido de cara a la opinión pública en su etapa de oposición (hay que recordar que antes de la convocatoria electoral, se barajaba que fuera Defensor del Pueblo) y, por otro lado, ciertos titulares y respuestas que ha dado en estas semanas, le pueden haber alejado de su electorado (no tocar los impuestos, avalar la gestión de Ayuso en cuanto a cierres y hostelería o hablar de llegar a acuerdos con ella). Por tanto, a falta de que Manuela Carmena participe en la campaña de Más Madrid, Mónica García podría tener aún un amplio margen de subida a pesar de haber llevado por el momento una precampaña de baja intensidad destinada a dar a conocer a la candidata.

 

La izquierda: PSOE, Más Madrid y UP

En principio y según todas las encuestas, las tres fuerzas progresistas entrarán en la cámara (barrera electoral del 5%) y mantendrán el orden que hubo en las últimas autonómicas (1º PSOE, 2º MM, 3º UP). La duda es si lograrán movilizar lo suficiente a su electorado, que se decanta más por la abstención que el electorado conservador.

En el caso de Ángel Gabilondo y el PSM, su estrategia está pasando por replicar en parte la campaña de Salvador Illa y acercar a una parte significativa del electorado de Ciudadanos. Sin embargo, el caso de Cataluña es la excepción y no la regla. En el caso catalán, buena parte del electorado de Ciudadanos en 2017 provenía del PSC y la abstención, mientras que en Madrid el electorado del partido naranja venía fundamentalmente del PP. Esta diferencia es fundamental para entender porqué Gabilondo no está siendo capaz de atraer de manera significativa a los votantes naranjas (solo entre el 5,2 y el 7,1% optarían por los socialistas), como sí hizo Illa (entre el 16,2 y el 20,8% según el CIS de febrero). En vista de esto, otra de las patas de su campaña está pasando por sacar “fichajes estrella” que refuercen su candidatura de cara al 4M. Inicialmente fueron Hana Jalloul (Secretaria de Estado de Migraciones), Pilar Llop (presidenta del Senado) e Irene Lozano (ex-portavoz de UPyD, Secretaria de Estado y persona de confianza de Pedro Sánchez). Esta última semana ha sido el anuncio de que propondría a Reyes Maroto (Ministra de Industria) como vicepresidenta. Pero, a excepción de Lozano y Maroto (que no va en la candidatura), el resto de los fichajes no son muy conocidos y no están generando ningún efecto movilizador. Hay que destacar que el posible fichaje de Maroto, en caso de llegar al gobierno autonómico, se enmarca como un futuro recambio en el liderazgo del PSM.

Más Madrid ha apostado de momento por una campaña de baja intensidad, donde centra su fuerza en dar a conocer más a su candidata, que tiene una muy buena valoración a pesar de no pertenecer a uno de los dos grandes partidos. Otra de las campañas más conocidas, criticadas y que ha pasado bastante desapercibida para el gran público, ha sido la de “#MásMadriz de cocidos de tu madre, de noches en el centro”, etc. Si bien esta campaña no tuvo un gran enfoque, hay algo detrás que sí podría ser muy útil en campaña: reclamar la vuelta a la cotidianidad y a la felicidad, que aparece como patrimonio de Ayuso. Por otro lado, ese sentimiento madrileñista, asociado fundamentalmente al centro y el interior de la M-30, puede tener más recorrido del que parece, asociando Más Madrid a ese madrileñismo aspiracional de poder vivir por el centro, salir de fiesta por Malasaña/Lavapiés, etc. Pero la mayor arma de Más Madrid es sin duda su candidata, que ha realizado la verdadera oposición a Ayuso durante la legislatura y que, siendo y trabajando de médico durante la pandemia, presenta una muy buena imagen en estas elecciones atípicas.

Por último, Unidas Podemos ha acertado sin duda al situar a Pablo Iglesias como candidato. Mucho se habló durante las elecciones catalanas del “efecto Illa”, que lanzó al PSC a ganar las elecciones, aunque el PSC ya iba subiendo en las encuestas. Illa fue un combustible extra que les permitió aumentar a mayor velocidad, pero no modificó ninguna tendencia, solo aceleró. En el caso de Iglesias, ha logrado que un partido con una tendencia de estancamiento o incluso a la baja (rozando la barrera electoral del 5%), cambie sus expectativas y haya subido claramente en las encuestas. Y aunque en estos momentos pueda haber llegado a un nuevo periodo de estabilización, este se encuentra superando sobradamente la barrera de entrada en la cámara autonómica. Es cierto que la figura de Iglesias ha empeorado mucho desde sus inicios en 2014, y que genera un alto rechazo, también entre los votantes progresistas, pero entre los suyos genera un alto grado de movilización, que, junto con lemas y campañas alejados del personalismo, le pueden permitir lograr un resultado decente (vistas las expectativas anteriores).

 

Fuente: elaboración propia

 

Y en 2023 ¿qué?

Pase lo que pase este 4 de mayo, en 2023 volverá a haber elecciones ordinarias en Madrid. En el caso de la derecha, aun no gobernando, Ayuso se convertirá en la propuesta clara frente a la izquierda. Pero entre las fuerzas progresistas se adolece de una falta de liderazgo, estrategia y proyecto claro y nítido para Madrid.

En caso de que vuelva a gobernar Ayuso, 2023 no será más que una repetición de 2021, previsiblemente sin pandemia y con una mejor situación económica, que favorecería a la actual presidenta madrileña a pesar de la polarización. En caso de que gobierne la izquierda, si se mantiene el modelo de Ayuso, tal y como está insinuando Ángel Gabilondo, se habrá llegado al gobierno, pero no al poder. Habría poco tiempo para realizar mejoras significativas en la vida de la ciudadanía y el electorado progresista podría volver a entrar en un ciclo de desmovilización similar al que se vivió tras el tamayazo de 2003.

Las fuerzas progresistas deben de desarrollar un modelo de Madrid alternativo y motivar al electorado y hacerle ver que sus medidas sirven. En este sentido, probablemente y pese a las críticas, Más Madrid es el partido que más se acerca a presentar este modelo alternativo al del PP de Madrid, debido a que son quienes han gobernado más recientemente, con Manuela Carmena como alcaldesa de la capital.

Estratégicamente, una medida útil, aunque no sirve de cara a estas elecciones, es la de convencer a aquellas personas que llevan años viviendo en Madrid pero que no están empadronadas, de que lo hagan. Ese electorado de personas jóvenes (18 a 44 años) y con estudios universitarios, que han venido de otras partes de España, tiende a inclinarse hacia posiciones progresistas y supone un plus electoral que podría permitir modificar la actual correlación de fuerzas en la comunidad.

 

 

Javier Alberdi (Donosti, 1994) Graduado en Ingeniería en Organización Industrial por la UNAV. Master en Análisis Político y Electoral en la UC3M. Es analista independiente colabora en varios medios digitales. Cofundador de “Mas Que Data” y presentador de “Sirimiri” en twitch.

 

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