Eva García de Madariaga, Secretaria General del Frente de Estudiantes, ¿Qué es el Frente de Estudiantes? ¿Cuáles son sus objetivos?
El Frente de Estudiantes es un sindicato estudiantil organizado a nivel estatal y en todos los niveles de enseñanza. Sus objetivos de máximos son la defensa y construcción de una educación pública gratuita y de calidad al servicio del pueblo trabajador. Suena muy complejo, lo es, por eso nuestra propuesta va ligada a un trabajo específico y concreto en los centros de estudios. En resumen, pretendemos ser la herramienta sindical de lucha para la mejora de las condiciones inmediatas de los jóvenes en los centros de estudios. Y así construir una fuerza estatal que permita alcanzar mayores cambios, para lo que hoy nos parece lejano esté cada día más cerca.
¿Crees que la educación en nuestro país sirve a determinados sectores o fines? ¿Cómo definirías el sistema educativo español?
Nosotros hacemos referencia a un término que es la educación del empresario, que sintetiza el modelo educativo actual. En el que el aparato educativo funciona al servicio del sistema capitalista. Es decir, la educación está destinada al beneficio empresarial. Esto se manifiesta de distintas maneras, por un lado, se nos posibilita estudiar en la medida en la que nuestros estudios son funcionales para el sistema, es decir, en la medida en que las empresas tengan los trabajadores que necesitan, condicionando nuestra educación. Y por otro lado, tiene una expresión más ideológica, dado que la cosmovisión que adquirimos los estudiantes en el ámbito educativo está también muy mediada por esa ideología del beneficio empresarial. Estas dos vertientes tienen una expresión en forma de aparato, no se trata de una cuestión instrumental, sino que se expresa más en términos hegemónicos.
Suele decirse que la educación es el principal motor de ascenso social, ¿Hoy la educación cumple ese objetivo o es una herramienta destinada a enfatizar las desigualdades sociales?
Quizás es un poco complicado lo que voy a decir, pero el discurso de la educación como ascensor social, está muy escuchado y creo que hay que romper con ese discurso, pero teniendo en unas coordenadas que no nos lleven a error. Me explico. El concepto de educación no pasa tanto como ascensor social sino como reproductor social. La educación responde a unos mecanismo de reproducción de la sociedad existente. Y si bien es cierto, que tiene ciertos márgenes; hay hijos de familias en riesgo de exclusión que acceden a la educación, pero en términos generales la educación es un mecanismo que reproduce la desigualdad social.
Pero como decía no hemos de caer en pensamientos erróneos, es decir, negar el papel de la educación como motor de ascenso social no nos puede llevar a posiciones reaccionarias, defensoras de la no escolarización, sino que debe llevarnos a posiciones de ruptura y progreso. Buscamos la educación universal y pública como espacio de socialización de los estudiantes. Pero planteamos que a defensa de esa educación pública debe ir vinculada a la propuesta de transformación y destinada a construir una educación al servicio de la mayoría social.
La cuestión educativa ha sido uno de los temas de mayor disputa política en nuestra democracia. El artículo 27 de la Constitución sobre el derecho a la educación fue de los más discutidos. ¿Por qué la educación está constantemente en el debate político? ¿Qué causas han impedido alcanzar una política de Estado sobre la educación? ¿Hay tintes ideológicos en cada propuesta de Ley educativa?
Es una pregunta compleja, creo que hay diferentes proyectos en torno a lo que las distintas formaciones políticas consideran que el sector privado espera del sistema educativo, y propuestas sobre como conseguirlo.
Algunas propuestas derivadas de sectores liberales y conservadores apuestan por la privatización y otros sectores se centran más en la mera defensa formal de la escuela pública. Y digo formales porque por ejemplo el actual proyecto de Ley de educación apuntala y mantiene la educación concertada. Cada proyecto político defiende unos determinados intereses, cada uno tiene una propuesta distinta de gestión pero todo proyecto siempre está dentro del sistema, no se proponen cambios sustanciales.
Desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional se está trabajando en una nueva Ley educativa, ¿que nos trae esta nueva ley, cambio o mantenimiento del modelo actual?
El nuevo proyecto de ley cumple un papel del que debemos estar atentas las distintas organizaciones educativas, pues venimos de un contexto de muchísima movilización en contra de la ley anterior, la LOMCE. Y a nivel de cómo se ha vendido esta ley, se ha repetido que deroga los elementos más lesivos de la LOMCE, y aunque en cierto modo es verdad que las cuestiones más sangrantes son modificadas, sin embargo en algunos elementos se vuelve a la LOE y apuntala cuestiones que para nosotros son bastante significativas, como la educación concertada. La conclusión general de este nuevo proyecto es que busca el consenso pero en el sentido negativo de la palabra, pues se busca la aceptación por parte de las organizaciones de la comunidad educativa de una ley que en realidad no viene a transformar nada, y va en detrimento nuestro y de nuestros intereses mayoritarios.

Eva García de Madariaga. SG del Frente de Estudiantes.
Centrémonos ahora en el Ministerio de Universidades. Se ha visto un intento de reformar el Plan Bolonia y el Plan 3+2, el propio ministro ha manifestado un interés sobre la necesidad de que sectores privados establezcan conexiones con la universidad pública… ¿Qué implica en este contexto el asentamiento del plan Bolonia y 3+2?
El proyecto del 3+2 actualmente es un borrador, que salió a consulta pública pero que tras el confinamiento no se sabe muy bien qué pasará con él. De todos modos, es muy necesario hablar de ello, y por eso agradezco la pregunta. Es necesario saber cual será el proyecto para la universidad española por parte del Ministro de Universidades.
Al leer el documento hay partes muy preocupantes, que van en la línea de sus últimas declaraciones respecto a la necesidad de mayor financiación privada. Pero también hay que señalar que todo esto viene derivado de Europa, del espacio europeo de educación superior. Además se ha de recordar que respecto al plan 3+2, ya hubo movilizaciones y se analizaron las implicaciones que su implementación iba a tener sobre el estudiantado y como los títulos se iban a devaluar o respecto a los másteres, solo iban a poder acceder los estudiantes con un mayor poder adquisitivo, quedando fuera los estudiantes con menos recursos. Todo ello es un proceso de segregación de la universidad y de devaluación de los títulos, ligado todo ello, al proceso de especialización de las enseñanzas. Es decir, estudiantes formados en una determinada área pero imposibilitado de trabajar en otras porque se les está privando de ese conocimiento.
En ese proyecto aparecen elementos de privatización, como por ejemplo títulos con la mitad del plan para formación y la otra mitad para prácticas laborales, con contratos de trabajos, directamente vinculados a la empresa. Y por último, la liberalización de los itinerarios, de libre configuración, el problema es que cuanta más capacidad de pagar créditos por parte de ciertos estudiantes mayor posibilidades de diseñar ese itinerario. Todo ello plantea unas expectativas preocupantes.
Ante una nueva situación de crisis, la juventud española vuelve a plantearse emigrar al extranjero. ¿En qué ámbitos han fallado los sistemas educativo y laboral para que ante la vuelta de un contexto de crisis la solución sea de nuevo la fuga de cerebros?
Simplemente cada vez hay menos oportunidades. La generación de estudiantes “sobrecualificados”, no es tal, es una generación de estudiantes cuya educación no se adaptaba a las pretensiones del mercado, a lo que las empresas demandan. No es sinónimo de un fracaso como sociedad. La correlación entre los requerimientos de las empresas y el sistema educativo es un proceso que se va regulando con el tiempo. Una de las consecuencias de la crisis es que accedemos a puestos de trabajo que exigen una cualificación menor de la que poseemos. Pero también hay que poner en cuestionamiento que en Europa vayamos a encontrar el trabajo de nuestros sueños. La experiencia muestra que los jóvenes españoles graduados poseen trabajos igualmente precarios, el problema es que aquí igual ni siquiera encontramos un empleo. La realidad es de precariedad laboral tanto fuera como dentro de nuestras fronteras.
Y por otro lado, hay otra cuestión clave que es el problema o peligro que corre la educación pública en tiempos de crisis. Cuando el sistema no funciona bien hay que encontrar nuevos nichos que permitan a las empresa seguir manteniendo sus beneficios. Y unos de esos nichos ha sido siempre la educación. En contexto de crisis es cuando se han vivido históricamente los principales procesos de privatización educativa, y en esa línea hay que señalar las reforma universitarias como un marco para esa futura privatización y ese escenario presente en el que se van a privatizar vías hasta ahora desconocidas como la educación telemática o la informatización de la educación, realidad que en otro contexto podría traer beneficio y avances para el desarrollo educativo, pero ahora lo que implica es mas externalización y gestión privada de las plataformas, permitiendo a las empresas obtener datos de los estudiantes y obtener negocio con ellos.
En definitiva hay que remarcar la conexión entre el sistema educativo y el mercado laboral. Debemos evitar que los jóvenes salgamos de esta crisis naturalizando la precariedad y la explotación. Debemos ser capaces de buscar formulas de organización del estudiantado y de los trabajadores que permitan la suficiente fuerza como para que a través de la lucha defender unas condiciones dignas.
En las últimas semanas se han desarrollado huelgas en Andalucía, País Vasco, Madrid… ¿Qué propone el Frente de Estudiantes en el ámbito educativo en un contexto donde concurren tanto una crisis económica, sanitaria y social?
Las huelgas son a nivel de enseñanza media pero al ser un sindicato organizado a todos los niveles siempre hay apoyo del estudiantado universitario. Se convocan ante un inicio de curso desastroso, tras un confinamiento en el que se han evidenciado una serie de carencias y en el que se ha agudizado la desigualdad en términos abismales. Las medidas tomadas son insuficientes o carentes de sentido.
Por todo ello, tanto docentes como estudiantes se han lanzado a la huelga. Por un lado, para denunciar estas condiciones y por otro, para situar sobre la mesa una serie de reivindicaciones derivada de problemáticas comunes a todas las CCAA y que ya veníamos sufriendo con anterioridad a la pandemia. La demanda de ratios más bajas era ya una demanda al igual que una mayor financiación. Para iniciar un curso presencial se necesita una inversión necesaria y suficiente: más personal, mejores servicios. Es imposible garantizar la distancia de seguridad en clases con ratios por encima de lo previsto en la ley o la imposibilidad de abrir nuevos espacios como bibliotecas para dar clase, si ya esos espacios estaban siendo utilizados como aulas. Debemos partir de la base de que se han naturalizado en el sistema educativo todas las condiciones que se impusieron en el anterior periodo de recortes. La escuela pública está tiritando.
En términos generales suele hablarse poco de los problemas y necesidades del mundo rural ¿Cuáles son las propuestas del Frente de Estudiantes para garantizar el derecho de educación en el ámbito rural?
Es una cuestión difícil de tratar porque la problemática de la educación en el ámbito rural requiere de medidas específicas. Además al analizar dicha situación se observa la contradicción que se genera entre la ciudad y el campo. Si bien en las ciudades se habla de problemas como calles sin parques o pisos pequeños donde es imposible cumplir una cuarentena real. En el campo, se vive el problema opuesto frente al afinamiento, la despoblación. Son situaciones opuestas pero pertenecientes a una misma realidad. Y todo ello tiene su manifestación en el plano educativo. Si bien en las ciudades vemos una falta de espacio en los centros educativos, en los pueblos vemos lo contrario. Las escuelas se están quedando vacías porque estos estudiantes tienen menos oportunidades para estudiar. Hay una serie de reivindicaciones propias del ámbito rural, que pasan todas ellas por la urgente y necesaria dotación de recursos. Por ejemplo, la brecha digital se manifiesta de una manera más aguda. Cuando hablamos de que es necesario construir una educación basada en las necesidades de la mayoría de la sociedad se integra evidentemente las demandas del mundo rural.
En los últimos tiempos la Formación Profesional está tomado mayor relevancia. Al menos formalmente con medidas como la inclusión en el nombre del Ministerio de Educación. ¿Qué papel debe tener la Formación Profesional dentro del modelo educativo? ¿Cuáles son vuestras propuestas en el ámbito de la FP?
El discurso de la dignificación de la formación profesional se ha de coger con pinzas. Creemos que estudiar una FP es igual de digno que estudiar una carrera universitaria. No hay que estigmatizar al estudiante de formación profesional. Pero la FP, el nuevo modelo de FP se está haciendo al servicio de las empresas.
Todo ello nos lleva a una reflexión mayor, sobre qué es la FP, pues no deja de ser el medio de formación puramente técnica de mano de obra, de trabajos manuales. Las propuestas desde el Frente de Estudiantes parten evidentemente de defender el carácter público de toda la oferta de ciclos. La privatización se da de manera acuciante en este ámbito. Pero debemos pensar más allá, creemos necesaria la formación técnica pero nos gustaría que estuviese ligada a una formación integral del estudiante, y en el marco de esa educación integral que se pudiera especializar en el trabajo del tipo que prefiera.
Creemos que esto es en lo que debemos pensar, pues hoy dentro del discurso del Gobierno de dignificación de la FP se esconde que se están ofertando títulos hechos a demanda del empresariado y mercado laboral, que conducen a cada vez mayor explotación de los estudiantes egresados y, al ser cada vez más específicos en un determinado ámbito, también dificulta una futura movilidad laboral. El horizonte de la educación integral y debe estar presente.
Durante la entrevista has mencionado conceptos como la educación del empresario, beneficio empresarial o pueblo trabajador. ¿La lucha estudiantil constituye una lucha autónoma de otros movimientos sociales, como el movimiento obrero?
Creo que siempre es importante que se generen sinergias. La lucha estudiantil tiene una parte de “autonomía” pues es la lucha propia del estudiantes y nos movilizamos ante una realidad propia. Pero no se da al margen de nada, está integrada en las dinámicas de la sociedad. Somos estudiantes pero también vivimos en barrios obreros, nuestros padres y nosotros mismos seremos trabajadores mañana… Es muy importante que se generen estas conexiones.
Desde el Frente de Estudiantes el análisis que hacemos es que para las grandes transformaciones y procesos transformadores en el seno de la sociedad, el movimiento obrero ha sido dirigente. En nuestras tesis lo denominamos centralidad del movimiento obrero y lo consideramos muy importante.
El movimiento estudiantil previo al Frente, defendía mucho esa autonomía y le llevaba a posicionamientos peligrosos; había huelgas estudiantiles de estudiantes pero no de los docentes o trabajadores de los centros. Nosotros cambiamos ese planteamiento, llamamos no solo a la unidad del estudiantado si no también del ámbito educativo en su conjunto. Y todo ello está encaminado a crear sinergias con sindicatos, movimiento obrero y organizaciones sociales que permitan que el movimiento estudiantil esté integrado en las luchas del pueblo trabajador. hay que tener en cuenta que el estudiantado no es una clase social no es un grupo homogéneo, pero la realidad es que la clase obrera es la clase mayoritaria y la mayoría de nosotros formamos parte de esas familias.
El Frente de Estudiantes tiene como objetivo alcanzar una educación pública, universal y gratuita para todos los niveles del sistema educativo ¿Se hará realidad algún día?
Espero que si, la cuestión es cómo conseguirla y construir la herramienta que lo permita y en ello es en lo que estamos.

Codirector de Ideas en Guerra. Graduado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Carlos III de Madrid. Interesado en las áreas de derecho público y análisis político. Ha realizado estancias en las Universidades de Barcelona y Chile. Colabora con varios medios de comunicación.