Destruir para lanzar mensajes políticos es pura artesanía y, como ocurre en cualquier oficio, encontramos distintas formas de ejercer. Hay quienes se esfuerzan por demostrar el carácter simbólico de la destrucción, tratando de elevar el acto físico de romper, quemar o dañar. Esto permite señalar situaciones que poco o nada tienen que ver con los objetos destruidos para, así, “remover conciencias”. Por otro lado, hay sujetos que optan por reivindicar la destrucción en sí misma. Estos glorifican la negación y otorgan al desorden todo el protagonismo. Sin embargo, la mayoría de los actos destructivos que observamos tienden a compaginar ambos placeres. Es decir, se mueven entre los impulsos de dos personajes clásicos, Empédocles y Eróstrato.
Empédocles fue un filósofo y político griego del siglo V a. C. que hizo de la (auto)destrucción una declaración sublime. Sus coetáneos lo describían como un hombre libre, frugal y comprometido, ajeno a las imposturas del poder y enemigo de la tiranía. Según la leyenda, a modo de sacrificio y para dejar constancia de su carácter, se arrojó al cráter del Etna —que vuelve a bullir estos días—. Su muerte, retratada por Salvatore Rosa hacia 1665 y dramatizada por Hölderlin en el siglo XIX, fue todo un emblema romántico que, aún hoy, simboliza la autenticidad y la conexión del ser humano con la naturaleza. Podemos identificar el valor de Empédocles en actos tan impactantes y desgraciados como el atropello de la sufragista Emily Davison, la actitud del “rebelde desconocido” de Tainanmén o el suicidio del vendedor ambulante Mohamed Bouazizi en 2010. Pero no todas las formas de destrucción albergan tan alto concepto de la dignidad.

La muerte de Empédocles de Salvatore Rosa (1665- 1670)
Eróstrato es buen ejemplo de lo contrario. Cuando incendió el templo de Artemisa, una de las siete maravillas del mundo antiguo, tan solo pretendía pasar a la posteridad, lograr la inmortalidad a cualquier precio. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por evitar que su nombre fuera recordado, el pastor del siglo IV a. C. logró su objetivo. En la cultura popular Eróstrato es asociado con grandes magnicidas como Bruto, John Wilkes Booth o Mark David Chapman, asesinos de Julio César, Abraham Lincoln y John Lennon respectivamente. Hoy llamamos erostratismo a la «manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre 1».
Resulta difícil determinar qué tipos de destrucción son justificables y cuáles no. Más aún cuando convergen tanto la defensa de valores como la devastación desaforada. Es esta diatriba la que ha orientado la discusión posterior al encarcelamiento de Pablo Hasél o la que marcó la agenda tras las protestas por el asesinato de George Floyd hace casi un año. Este último caso nos ilustró sobre los distintos usos de la destrucción. La impactante quema de una comisaría en Minneapolis el 28 de mayo —una de las 20 estructuras que fueron incendiadas en la ciudad aquella noche— señalaba con claridad la brutalidad policial y el racismo en EEUU. Sin embargo, la crítica quedaba desdibujada por el clima de saqueos y caos imperante. El 7 de junio, en cambio, vimos cómo manifestantes antirracistas hundían en el muelle de Bristol la estatua de un traficante de esclavos, Edward Colston. Aquel día Jen Reid, activista de Black Lives Matter, se posaba sobre el pedestal que había albergado el monumento y realizaba el saludo del Black Power2.
Una semana más tarde, se erigía en ese preciso lugar una nueva escultura que inmortalizaba el gesto de Reid: A Surge of Power (Jen Reid) de Marc Quinn. A pesar de su carácter efímero —a las pocas horas las autoridades habían rescatado y cobijado la estatua de Colston al tiempo que retiraban su reemplazo—, el mensaje trascendía la mera negación.

A Surge of Power (Jen Reid) de Marc Quinn. Fuente: Alex Richards, Wikimedia
Ejemplos como éste muestran la verdadera fuerza del destrozo cuando los valores no quedan eclipsados. Subrayan la necesidad de alejarse de la destrucción como fin en sí mismo a la hora de trasladar mensajes políticos. En resumen, si tomamos a Empédocles y Eróstrato como polos de un continuum, hay repertorios de acción colectiva que se preocupan en mayor medida por los principios y otros que tan sólo buscan notoriedad.
Destrucción antifeminista
A diferencia de lo que ocurría con la demostración de Jen Reid, la vandalización de numerosos murales feministas este pasado 8 de marzo sí nos recuerda a Eróstrato. Sobre todo, porque han logrado que hablemos de ello. Aunque, en este caso, los responsables de los destrozos no han tenido la osadía de reivindicar su acción3.

Mural feminista de Ciudad Lineal Fuente: David Alonso, Wikimedia commons
A simple vista no parece haber más vocación que la mera negación de una realidad social inapelable, un canto contra “lo políticamente correcto” —o lo que es lo mismo, el respeto al prójimo—. Esto daría cuenta de la ausencia casi absoluta de principios de quienes han hecho y aplaudido las pintadas. No obstante, sí cuentan con algunos valores en su acción. Conceptos como la supremacía, el orden o la tradición están en el núcleo de su vocabulario. Quizá no sean principios por los que nadie se fuese a quemar a lo bonzo, pero sí pueden inspirar otras formas de violencia. De ahí que, como síntoma, sí deban preocuparnos estas manifestaciones. Porque no es el primer ataque ni será el último.
Se han destrozado murales, entre otros, en Madrid —concretamente en Ciudad Lineal, Alcalá de Henares o Getafe—, Valencia4, Teruel5 y Huelva6. Pero frente a la nocturnidad y el erostratismo de los vándalos, las feministas han respondido construyendo. Ya está en marcha la reconstrucción de estos murales mientras se realizan nuevas obras de arte como la de Catarroja, en Valencia, a cargo de Alejandra de la Torre7.
Construir acostumbra a ser más valioso que destruir. Pero cuando sea necesario elegir entre la destrucción con propósito o la destrucción indigna, podremos recurrir a los clásicos. Desde aquí invito a los vándalos a pensar si quieren ser como Empédocles o Eróstrato. En cualquier caso, sería deseable que lo hicieran con algo de criterio. Por aquello de preservar el oficio y porque, como diría Jean de la Fontaine, «por su obra se conoce al artesano».
Julen Cocho Gonzalo (San Sebastián, 1997). Máster en Teoría Política por la London School of Economics y graduado en Ciencias Políticas y Gestión Pública en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), está interesado en el estudio de las ideologías y la teoría democrática. Ha trabajado como investigador becado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla. Su socialización política en un contexto de pugna identitaria le ha llevado al estudio de la escucha como categoría política. Considera la creación artística como un medio privilegiado para la comprensión de fenómenos políticos.
1. Erostratismo | Definición | Diccionario de La Lengua Española | RAE: https://dle.rae.es/erostratismo
2. Jen Reid [@jenreid.statue]. (18 de agosto de 2020). When I was stood there on the plinth, and raised my arm in a Black Power salute, it was totally spontaneous, I didn’t even think about it. It was like an electrical charge of power was running through me. My immediate thoughts were for the enslaved people who died at the hands of Colston and to give them power. I wanted to give George Floyd power, I wanted to give power to Black people like me who have suffered injustices and inequality. A surge of power out to them all ✊🏽🖤✊🏽🖤 #asurgeofpower #blacklivesmatter #blmbristol #marcquinn #educationiskey #lovenothate #loveandlearn #cargoclassroom #theblackcurriculum #jenreid #jenreidstatuebristol #jenreidbristol [Publicación en Instagram]. Recuperado de: https://www.instagram.com/p/CEBtSFNj7Ay/
3. Un colectivo de jóvenes “tradicionalistas” — Revolutio [@RevolutioEsp]: https://twitter.com/RevolutioEsp — pegó carteles en el mural de Ciudad Lineal, pero negaron estar implicados en las pintadas negras que taparon, justo después, las caras de Rosa Parks, la comandanta Ramona, Chimamanda Ngozi, Valentina Tereshkova o Gata Cattana, entre otras.
4. Levante – ‘Atacan con esprai el mural feminista de Gandia’ (5 de marzo de 2021). Recuperado de: https://www.levante-emv.com/safor/2021/03/05/atacan-esprai-mural-feminista-gandia-38378399.html
5.Diario de Teruel – ‘Acto Vandálico Contra El Mural Del 8M En Andorra’ (10 de marzo de 2021). Recuperado de: https://www.diariodeteruel.es/movil/noticia.asp?notid=1030761&secid=2
6. Cynthia Veneno [@cynthiaveneno]. (10 de marzo de 2020). Hace unos días estuve en Huelva realizando un mural con las compañeras de @mujeres24h con motivo del 8M. Hoy ha amanecido así. Parece ser que a muchos les molesta que exijamos nuestros derechos y que eso se haga público en el muro de sus ciudades. Podrán borrar los muros pero no borrarán nuestras ganas de conseguir lo que es nuestro por derecho. La lucha sigue, ahora y siempre. Si borráis el mural 500 veces, lo pintaremos 1000. #mural #vandalismo #feminismo #8m #seguimosaqui #8demarzo #andalucia #huelva [Publicación en Instagram]. Recuperado de: https://www.instagram.com/p/CMM1oTZjsmr/
7. Alejandra de la Torre [@alejandradelatorrework]. (10 de marzo de 2020). Aquí os dejo una mini mini descripción de las mujeres que aparecen en el mural «Les teues capacitats no depenen del teu gènere» que hice en Catarroja gracias a @igualtatcatarroja. Os invito a que busquéis mas información sobre ellas y sus logros. 🙌🏽🙌🏽
En orden de aparición son:
– MARGARITA SALAS: bioquímica española. Entre sus logros está el descubrimiento de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29 que permite amplificar el ADN de manera sencilla, rápida y fiable.
-VALENTINA TERESHKOVA: fue la primera mujer en ir al espacio
– MARÍA ZAMBRANO: intelectual, filósofa y ensayista española. Fue una de las figuras capitales del pensamiento español del siglo XX.
– OFELIA RAGA: compositora, organista, directora de orquesta y escritora española. Con 20 años debutó como directora de la orquesta Mare Nostrum de Catarroja (1930).
– ANGELA DAVIS: filósofa, política, activista antirracista y defensora de los derechos de las personas LGTBIQ+
– FRIDA KAHLO: pintora mexicana. Destacó como artista en una época donde los reconocimientos solo iban dirigidos a los hombres, cosa que abrió el camino a muchas mujeres.
– MARÍA CAMBRILS: escritora española (nacida en el Cabañal). Era autodidacta y llegó a formar parte de la élite intelectual obrera como articulista y conferenciante. Autora del libro «Feminismo socialista» (1925)
– ANNA LLUCH: médica española e investigadora en oncología, especializada en cáncer de mama.
– CARMEN ALBORCH: escritora, política y senadora socialista. También fue ministra de cultura.
– ALEJANDRA SOLER: maestra republicana y militante comunista. Pionera en el asociacionismo universitario durante la II República.
#margaritasalas #alejandrasoler #mariacambrils #mariazambrano #angeladavis #fridakahlo #ofeliaraga #ethelvinaofeliaraga #valentinatereskhova #annalluch #carmenalborch #streetart #8mgraffitti #mural8m #8m #mujerespioneras #referentesfemeninos #streetarspain #globalstreetart #womangraffitti #womanartist #muralism #womanart https://www.instagram.com/p/CMPrIDtjA2L/

Máster en Teoría Política por la London School of Economics. Interesado en el estudio de las ideologías y la teoría democrática. Ha trabajado como investigador becado en el CSIC, en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla.